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Samuel es un sanador que utiliza la fuerza de la naturaleza, y los remedios que encuentra en las plantas. Esa infinita fuente de salud que nos brinda la naturaleza y que muy pocos saben administrar bien. Inteligente, elegante, habla siete idiomas y ha estudiado en diferentes partes del mundo. Le apasiona la cultura China en este campo.

- Samuel, ¿cuéntame como fue tu acercamiento a ser terapeuta especializado en Farmacopea y como te dedicaste a la sanación por medio de las plantas?

- Eso fue hace unos 40 años atrás, en África, en el año 68-69, inicialmente producto del contacto diario con la naturaleza, y al haber estado rodeado de grandes maestros en esta disciplina, como es la Farmacopea Africana, los cuales, gracias a mi gran interés, y años invertidos, comenzaron a enseñarme cada una de las plantas, su significado y su poder curativo. Además me gradúe en la Universidad de Togo, en Botánica, Ethno Medicina y Ethno Botánico. Veía como estos maestros curaban enfermedades de muchos tipos, entonces con los conocimiento que había adquirido en la Universidad, comencé a experimentar e investigar por mi mismo con miles de plantas, no solo en África, sino en India, Centro America. Y fue en Asia, concretamente en China, en la Universidad de Kuming, en la provincia de Yunam, donde me gradúe en Medicina tradicional China, que incluye la acupuntura y fitoterapia. Además, soy masajista deportivo y tengo el título de Terapia.


El origen de su medicina está en las plantas.
- ¿Cual es el origen de tu medicina?

- El origen está las plantas, en las raíces, en la fusión entre la tierra y la madre naturaleza. Las plantas están ahí para nosotros, ellas tienen sentimientos iguales que nosotros. Sólo depende que le encontremos su verdadero significado, sobre todo hacer buen uso de ellas.

- ¿Cómo crees que se inicia un proceso de sanación, por tu experiencia, para comenzar una terapia y que resulte? ¿es necesario estar cruzando un período de angustia, una crisis?

- No diría tanto, pero indudablemente para que una terapia comience, es necesario que haya una demanda, que alguien la necesite. Es cierto que sólo a partir del sufrimiento, del obstáculo, de lo que alguien no puede resolver por otros medios, es posible que una demanda de análisis sea consistente y anime, a quien la formula, a transitar los esfuerzos necesarios para vivir con algo más de felicidad.

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