Medicos

[sanitario]

Así lo reconocía Hipócrates, considerado el Padre de la Medicina, 4 siglos a.C., con su obra "De las aguas, de los aires y de los lugares", en la que trataba de lo que ahora llamamos "ambiente".

Bernardino Ramazzini, médico italiano (16331714), el primero en ejercer la medicina laboral, orientaba sus diagnósticos, recabando información sobre los lugares de trabajo de sus pacientes. A fines del siglo XIX, Mills en EE.UU. y Reincke en Alemania, trabajando independientemente uno del otro, llegaron a la conclusión de que los abastecimientos de agua potable tenían un efecto multiplicador sobre la salud de la población servida, ya que no sólo provocaban, como era de esperar, disminución notable de la mortalidad por tifoidea y por otras enfermedades llamadas "hídricas", sino que también era evidente un marcado descenso de la incidencia de enfermedades, en cuya transmisión no participa el agua.

Ya en nuestro país, Francisco Javier Muñiz, médico bonaerense (17951871), mediante observaciones realizadas en la zona de Luján (provincia de Bs. Aires), relacionaba las condiciones ambientales con enfermedades del hombre y los animales.

Guillermo Rawson, médico sanjuanino (18211890), en sus clases de Higiene Pública, en la Facultad de Medicina de Buenos Aires, destacaba la importancia de los sistemas de eliminación de excretas y de abastecimiento de agua, proponiendo una dotación de 200 litros de agua segura por habitante y por día. Lamentablemente, esta condición todavía no se cumple para la mayoría de la población argentina.

Rawson también destacaba la influencia favorable que sobre la salud tienen la vivienda apropiada, las calles anchas, las plazas y los árboles.

Como se ve, desde el campo de la medicina, desde hacía mucho tiempo, era reconocida la importancia que para la salud tienen otras disciplinas; pero faltaban los profesionales que hicieran de "puente", por ejemplo, entre la medicina y la ingeniería, y los que debían integrar los indispensables equipos de salud, reconociendo que salud, según definición de la OMS, es no sólo la ausencia de enfermedad sino el completo bienestar físico, mental y social.

Esa carencia de profesionales "integradores" comenzó a corregirse cuando en noviembre de 1946, en base a un proyecto presentado por el médico santafesino Lorenzo García, en la Universidad Nacional del Litoral, en la ciudad de Santa Fe, se crea la Escuela de Salubridad. El 7 de diciembre de ese mismo año 1946, el Dr. Lorenzo García asume las funciones de delegado organizador de dicha escuela.

A comienzos de 1947, la escuela inicia sus actividades como Instituto Universitario de Enseñanza Superior para Graduados, con el curso de médico higienista. En noviembre de 1947, la Escuela de Salubridad se transforma en Facultad de Higiene y Medicina Preventiva.

En 1948, al curso de posgrado de médico higienista se agrega el de odontólogo sanitario, y en 1949 se crean los cursos auxiliares de educador sanitario, técnico en administración hospitalaria y técnico en inspección sanitaria. Éste último se transforma luego en técnico en saneamiento. En 1952 se crea el curso de posgrado de ingeniero higienista.

En 1956 se desintegra la Facultad de Higiene y Medicina Preventiva. Los cursos superiores para graduados se llevan a Rosario, donde luego se extinguen, quedando en Santa Fe los cursos auxiliares en una unidad académica que pierde la jerarquía de facultad, volviendo a ser escuela.

En 1974 pasa a ser Escuela Superior de Sanidad Dr. Ramón Carrillo, tomando el nombre del destacado médico santiagueño, gran sanitarista y primer ministro de Salud Pública que tuvo nuestro país. En ella se siguen dictando carreras y cursos con el espíritu que le diera su inspirador y organizador, el Dr. Lorenzo García. Está muy bien que así sea, porque la medicina es muy importante; pero salud no es sólo medicina.

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